Se dice que, tradicionalmente, las raíces del arte de surcar olas se remontan directamente a los antiguos miembros de la realeza hawaiana, quienes corrían olas sobre unas tablas construidas por ellos mismos con materiales oriundos de la isla. Desde entonces, se dijo que el surf nació en Hawaii. Sin embargo, existen dos antiguas culturas, Mochica y Chimú, que se desarrollaron en el norte del Perú hace más de 4 mil años y que fueron descubiertas gracias a la evidencia de enormes ruinas o complejos arqueológicos, que reveló sorprendentemente al mundo que el surf tiene otro origen. Hoy el tema se ha vuelto un verdadero dilema y es que historiadores y deportistas (surfers) basados en investigaciones, aseguran que pararse sobre la tabla y desafiar las olas del océano fue y es una actividad que nació en el norte del Perú. Quizá el nombre que más sobresale a esta costumbre es la de Huanchaco, el histórico balneario trujillano que en sus calles, orillas y gente muestra que realmente las investigaciones actuales, no se equivocan.
A continuación, un relato interasante de su milenaria historia: