Desde temprano con olas típicas de Peñascal, los mejores groms nacionales se congregaron para vencer a estas temibles paredes de agua.
Reuniendo a un número significativo de mandados Juniors, el evento abrió y cerró entre aplausos para José Antonio Espejo que se consagró en la gran final frente a olas de casi tres metros.
El heredero del legendario tablista peruano Chalo Espejo, consiguió domar los olones y ser el mejor frente a los locales Andrés de la Cruz y Gabriel Vargas que en ese orden cerraron la serie final. Se repartieron mil dólares en premios entre los tres de arriba.
Es la segunda edición del campeonato en el que se busca apostar por los jóvenes valores del surf nacional. Una prueba de lejos atractiva que revela el poderoso nivel que vienen agarrando los jóvenes promesa de la tabla peruana.